viernes, 7 de octubre de 2011

 Título: ORGANIZAR ES PODER


by: Alfredo Varona

Carrera: 10 Kilómetros Edward


Fecha: 2 de octubre 2011

Llegados a meta: 522

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Hay pasiones que nacen del corazón. Sólo esperan un reflejo. Y esto
sucedió la mañana del 2 de octubre en el parque de Arcentales de
Madrid. Lo sé, porque conocí el esfuerzo del Club Edward para
organizar lo que ellos llaman "una carrera de corredores para
corredores". Y por eso no sólo organizan. También corren y hasta
compiten en pie de guerra. Cada uno a su manera, claro está, no todos
tienen alas para volar. Pero mientras exista el reloj es difícil
desertar. Incluso ahora, a principios de temporada, en la 15ª edición
del Trofeo Edward, una carrera con biografía. A primera vista, un acto
de rutina en los primeros días del otoño. Sin embargo, este año, si
existió alguna vez, la rutina no volvió a casa. O se quedó tirada en
carretera, muy posiblemente debido a esa crisis que no se retira de
nuestros días.


Y, claro, eso se reflejó en el rostro de los organizadores en la
semana previa, que fue de jaleos y estrés. No hace falta personalizar,
ellos saben quienes son. Sólo se trata de contar una historia. Y
recuerdo esos últimos días, cuando llegaban a los entrenamientos de la
tarde y no encontraban un minuto para dejar de pensar. Quizá fuese
angustia o quizá la realidad de un día costoso. En realidad, el
esfuerzo es lo de menos. Cargar cajas, atender a los atletas,
inscribir a sesenta en una mañana de domingo… es algo que se puede
hacer, porque sólo depende de uno mismo. Pero hay otra cosa que no.
Son las dudas que acompaña a ese proceso que empieza con meses de
adelanto. A veces, la labor de un organizador parece tan simple como
colocar los cuadros en un dormitorio. A veces, cuesta hacerse idea de
su importancia. Por eso hablo con esta sensibilidad de la voluntad de
los compañeros del Grupo Edward. También hace falta dinero, y no se
trata de que ellos ganen dinero. Pero sí hay un dinero que pagar, unos
chips que alquilar, unas camisetas que personalizar; una bolsa del
corredor que completar; unos trofeos que comprar… Y cada vez hay más
competencia en las mañanas de domingo. Y en estas organizaciones
pequeñas el ejercicio de propaganda no es fácil. Pero, en fin, fueron
522 los atletas que ficharon en meta, un número correcto y hasta dio
la sensación de que no sólo ellos y de que el parque se sintió feliz.
A las dos de la tarde, con el Auditorio vacío y con cada trofeo en sus
manos, cuando ya había pasado lo más difícil, uno se da cuenta…


Desde las siete de la mañana, los organizadores estaban ahí. Había
que preparar a la novia, maquillarla. Sus deseos de grandeza se
plasman en un circuito de 10 kilómetros que no perdona. Exigente y
con 10 km's exactos, no tiene por qué presumir. Su trazado es un reflejo de la
ciudad de Madrid. No consiente un kilómetro llano. Pero así es cada
tarde la vida de los organizadores del Edward, que entrenan en esas
tierras y, orgullosos, venden cara su derrota. Muy a menudo, también
se deja ver Fabián Roncero, que es vecino del barrio. Vestido de
atleta, en realidad, pertenece a otra clase social. Su biografía fue
innovadora. Los años, sin embargo, han pasado. Ha cumplido los 40 y
se retiró hace tiempo. Pero eso no es óbice para que corra un 10.000
en 33.00' con la facilidad de la gente más simple. Quizá por eso
generó tanto valor y la gente sigue reconociendo una fotografía a su lado.


Algo que no sólo parece importante. También lo es.

Copyright © Alfredo Varona

martes, 4 de octubre de 2011

CLASIFICACIÓN, FOTOS y VIDEO del XV TROFEO EDWARD


¡¡ Clasificación Carrera de Menores !!

Video (Salida) Pincha Aquí

Fotos Pincha Aquí

Fotos (Cortesía Mario Postigo)

Desde el club Edward, queremos agradecer a todos nuestros VOLUNTARIAS/OS la ayuda prestada. Sin su colaboración & ayuda nuestra carrera no sería posible celebrarla. También agradecer a la Junta de Distrito de San Blas, Policía Municipal, Samur, Coca-Cola, www.elatleta.com, corricolari, carreraspopulares y zona Run & Race su colaboración en nuestra carrera.
Esperamos poder celebrar el año que viene la  XVI Edición .

EL PRECIO DEL ORGANIZADOR

EL PRECIO DEL ORGANIZADOR


Texto:

El lunes tuve día libre y bajé a correr casi a mediodía. Sin exceso de calor, descubrí una hora desconocida en El Paraíso. Entonces la calma no sólo le pertenece al parque. También a uno mismo, malacostumbrado, quizá, a esas tardes de verano con los carriles, a veces, gobernados por gentes que pasean, perros que se sueltan y hasta bicicletas que se escurren. Nada de eso pasa en una mañana laborable como la de ayer, en la que la paz sienta cátedra. A lo lejos, advertí a un solo atleta, un tipo con zancada y vocación, Luis Miguel Canfranc, que se unió a mi pequeña aventura. Entre los dos sumamos más de una hora leve para compensar el esfuerzo del domingo. El ritmo abrió una conversación que respiró tranquila y sin incidentes en las cuestas. Y atendí a su orgulloso discurso como uno de los organizadores del Trofeo Edwards, la carrera del club, que se vivió ayer en estas mismas tierras. Un año más, la voluntad volvió a hacer proeza. Y a veces parece que ser organizador es no ser nada, pero resulta que escuchando a nuestro adorado Gaby, a Vicente o a Canfranc entiendes que no hay leyes mucho más injustas que esa. Sintetizaré, a grandes rasgos, y no entraré en datos más concretos por miedo a equivocarme. Pero contaré lo que les escuché estos y pasados días. Y me uniré, en la soledad de este relato, a sus últimos días, a su última semana. La vida entonces acepta una anatomía feroz antes de que suene el silbato. El destino pierde a su dueño. Hay que cargar cajas, llenar las bolsas de los corredores, recoger las camisetas, organizar facturas, cerrar el listado de inscritos, apuntar a 60 en una sola mañana, levantarse a las siete el domingo…, una señora mudanza. Son cosas a las que yo mismo no daba el valor que tienen y que sólo compruebas cuando escuchas. Y entonces descubres el valor del corazón. El precio de la inscripción casi no da para cubrir gastos. Y si se gana dinero, que no siempre, es simbólico. Pero, claro, esta es una carrera de corredores para corredores. Por eso el orgullo es el esfuerzo, el cerebro, la sensación que hoy apasiona a Gaby, a Canfranc, a Dani, a Vicente, en definitiva, a todo el club Edwards, para volver a empezar el próximo año, no hay alegría más compartida.

Yo, como un atleta más, se lo agradezco. Yo, mi hijo y mi hermano fuimos de los 500 corredores que respondieron a ese duro trazado, a esa bellísima mañana de domingo. Tuvo conciencia hasta la temperatura en un día siempre amable y soleado. Supongo que habrá algo de poesía en este relato, pero la realidad puede más, estoy convencido. Y, si les parece y Vicente Sánchez, que es el padre de esta criatura, lo admite, esta será la primera de mis colaboraciones en el blog. Ya lo saben: soy un ferviente admirador de la palabra escrita, de la hoja en blanco y de sus soledades. Creo que con esta tarjeta de presentación es suficiente. El resto forma parte de lo que nos iguala o diferencia cada tarde en el parque de Arcentales. Naturalmente, el ruido no será el mismo que en la carrera del domingo. La nómina de atletas será muy inferior. No hay inscripciones ni sala de trofeos. Pero es el tiempo para que los organizadores del Trofeo Edwards, corredores de pies a cabeza, piensen sólo en sí mismos.


Copyright © Alfredo Varona

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